Publicado: 2 de octubre de 2020
En esta era de proliferación de aplicaciones fintech, la banca abierta se ha convertido en la forma preferida por las instituciones financieras para compartir datos con proveedores externos. Los últimos protocolos de banca abierta favorecen el uso de interfaces de programación de aplicação (API) para mejorar el rendimiento y reducir la latencia, pero como con cualquier proceso de intercambio de datos digitales, la seguridad es una preocupación primordial.