Las API son la puerta de entrada digital a la modernización de las aplicaciones heredadas y a un ecosistema de innovación para las aplicaciones modernas.
Pero la seguridad no ha seguido el ritmo de la proliferación de API. Los equipos luchan por equilibrar el riesgo, la privacidad y el cumplimiento en el desarrollo y las operaciones, lo que puede llevar a puntos ciegos de seguridad y a violaciones de las API.
Las API son vulnerables a los mismos exploits y abusos que afectan a las aplicaciones web tradicionales. Esto se suma a los riesgos involuntarios introducidos por los complejos diseños de las aplicaciones y los modernos procesos de desarrollo de software. Las soluciones tradicionales de gestión de API y de pasarelas simplemente no fueron diseñadas para abordar los retos de seguridad de las API modernas.
Integrar la seguridad en los procesos de desarrollo e implantación
Catalogar las API e identificar las vulnerabilidades para proteger los nuevos puntos finales
Implantar un modelo operativo de seguridad para proteger la infraestructura del back-end