Añada seguridad adicional con un cortafuegos de aplicaciones web (WAF) y defiéndase de los atacantes.
Incluso cuando se tiene experiencia en seguridad, crear aplicaciones seguras puede ser un desafío, especialmente cuando se trabaja bajo la presión constante común en las empresas actuales. Un WAF protege las aplicaciones frente a sofisticados ataques de capa 7, los cuales, de no ser mitigados, podrían provocar la pérdida de datos confidenciales, el secuestro de sistemas por parte de atacantes y tiempos de inactividad.
El ciclo de vida de la seguridad incluye cuatro etapas fundamentales: proteger, supervisar, probar y mejorar. Antes de conectar cualquier dispositivo a la red, asegúrese de documentar adecuadamente la infraestructura de red y reforzar el dispositivo o la caja en la que se ejecutará. Dedique tiempo a aplicar parches y configurar el dispositivo para mejorar su seguridad. Es esencial probar a fondo el WAF antes de implementarlo, con el fin de identificar posibles problemas de integración del sistema que puedan surgir. Una vez superada esta fase, el despliegue del WAF se vuelve un proceso sencillo.
Un servidor proxy inverso es un tipo de servidor proxy que normalmente se sitúa detrás del cortafuegos en una red privada y dirige las peticiones de los clientes al servidor back-end adecuado. Mientras que los proxies suelen proteger a los clientes, los WAF protegen a los servidores y se implementan para proteger una aplicación web específica. Por tanto, un WAF puede considerarse un proxy inverso. Los WAF pueden presentarse en forma de dispositivo, complemento de servidor o filtro, y pueden personalizarse para una aplicación.