¿Qué son los bots?

Los bots son programas de software automatizados que se han diseñado para llevar a cabo diversas tareas, tanto útiles como maliciosas.

Los bots son scripts o aplicaciones de software que realizan tareas automatizadas a través de Internet, en las que a menudo imitan el comportamiento humano. Automatizaciones como los rastreadores de motores de búsqueda y los chatbots se han convertido en una parte esencial de nuestra experiencia en línea y han revolucionado la forma en que las personas y las organizaciones interactúan con la tecnología. Comprender tanto el papel positivo como el lado más nefasto de los bots en los sitios web, las aplicaciones y los sistemas es clave para construir un mundo digital mejor y más seguro.

Usos y aplicaciones de los bots

Bot es la abreviatura de robot, un script o programa de software que realiza tareas automatizadas, repetitivas y predefinidas. Los bots están omnipresentes en la web; se estima que hasta el 50 % del tráfico de Internet procede de visitantes no humanos. Los bots están diseñados para imitar, agilizar o reemplazar el comportamiento de los usuarios humanos en la web; sin embargo, actúan mucho más rápido que estos y pueden convertirse en ejércitos de redes de bots implacables en la búsqueda de la tarea asignada. En función de cómo estén diseñados, pueden ser útiles (como los bots de compras o de monitoreo) o bien ser maliciosos y engañar a los usuarios, robar datos, generar ataques de denegación de servicio, comprometer las cuentas de los clientes y ayudar a los delincuentes a cometer fraudes y robos de identidad.

Las empresas y las organizaciones se enfrentan al reto de bloquear los bots maliciosos sin que esto afecte a los buenos, que ayudan a facilitar el comercio en línea; todo ello sin controles estrictos de gestión de bots, como CAPTCHA o la autenticación multifactor (MFA), que dificultan las operaciones de los usuarios legítimos. 

Tipos de bots

Bots buenos

Los bots realizan muchas tareas útiles o provechosas en la web. Los motores de búsqueda emplean rastreadores web o arañas para rastrear e indexar miles de millones de páginas web y poner los resultados a disposición de los motores de búsqueda. Los bots de seguimiento y monitoreo también peinan la web, pero están diseñados para buscar y marcar tipos específicos de contenido, puede que relacionados con precios o noticias, o con infracciones de derechos de autor. Los asistentes personales, como Alexa o Siri, también son bots que se implementan en la web para buscar respuestas a consultas u otras solicitudes. Los bots de las redes sociales realizan tareas automatizadas en las plataformas correspondientes y pueden interactuar con los usuarios, por ejemplo, con publicaciones, seguimiento de cuentas e incluso generación de contenido.

Otro gran ejemplo de bots útiles son los chatbots, que automatizan el servicio al cliente en los sitios web. Estos bots pueden programarse con inteligencia artificial y procesamiento del lenguaje natural para ofrecer información o responder a preguntas a través de conversaciones de chats en línea o interacciones de texto a voz, con la capacidad de analizar solicitudes y proporcionar respuestas a nivel casi humano.

Bots maliciosos

La capacidad de los bots para automatizar tareas repetitivas también puede emplearse con intenciones maliciosas. Los ciberdelincuentes programan bots maliciosos para lanzar una amplia gama de ataques creativos, complejos y sigilosos que buscan explotar superficies expuestas a ataque en propiedades y aplicaciones web. Uno de los ataques más comunes es el relleno de credenciales o credential stuffing, que suele conducir a la apropiación de cuentas y al fraude. Estos ataques automatizados utilizan nombres de usuario y contraseñas robados en formularios de inicio de sesión web para obtener acceso a cuentas en línea y controlarlas. De forma similar, los delincuentes pueden utilizar bots para automatizar el proceso de creación de cuentas y establecer cuentas falsas que se usan con fines fraudulentos, o programar bots para solicitar tarjetas de crédito o préstamos a fin de estafar a las instituciones financieras. El pirateo de tarjetas regalo y el fraude de puntos de fidelización son tipos de abuso en los que los bots identifican cuentas de valor y canjean o monetizan el valor de otro modo antes de que el cliente legítimo pueda usarlo.

Los bots de reventa, a veces denominados bots de especulación, están programados para comprar cantidades masivas de productos o servicios, que suelen revenderse en mercados secundarios con un importante margen de beneficio. Estos bots permiten a los delincuentes controlar las existencias o los precios, lo que provoca una escasez artificial, la denegación de existencias y la frustración de los consumidores.

El rastreo de contenidos implica el uso de bots automatizados para analizar y recopilar grandes cantidades de contenido de un sitio web objetivo con el fin de reutilizar o vender esos datos en otro lugar. Esto puede llevar a la manipulación de precios y al robo de contenido con derechos de autor; los altos niveles de actividad de rastreo de contenido también pueden afectar al rendimiento de un sitio e impedir que los usuarios legítimos puedan acceder a él.

Degradar el rendimiento de un sitio es el objetivo que persiguen los ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS), cuando los delincuentes dirigen un gran número de bots desde múltiples dispositivos conectados para sobrecargar sitios web, servidores o redes a fin de provocar la denegación de servicio al tráfico normal y legítimo, lo que afecta a toda una base de usuarios en línea. Los ataques DDoS pueden ser extremadamente destructivos y generar pérdidas de ingresos, extorsiones y daños a la reputación a largo plazo.

Abordar los riesgos y la seguridad de los bots

La seguridad de los bots es de suma importancia en el panorama digital actual para protegerse frente a actividades maliciosas y posibles amenazas. A medida que las tecnologías de inteligencia artificial y automatización continúan avanzando, también lo hacen las capacidades y la sofisticación de la automatización y los bots maliciosos. Los ataques automatizados pueden causar daños graves a personas, empresas y organizaciones, y representan mucho más que una amenaza para la infraestructura de seguridad. Representan un desafío económico que debe abordarse para defender las operaciones comerciales y el buen estado fiscal de una organización, salvaguardar a sus clientes y empleados, y proteger su reputación corporativa.

Los sitios de servicios financieros y de comercio electrónico son objetivos particularmente atractivos para los ataques de bots, ya que estos negocios procesan una gran cantidad de transacciones financieras y almacenan cantidades enormes de datos de clientes y empleados, incluidos los detalles de los pagos en línea.

Las soluciones de gestión de bots desempeñan un papel fundamental en la identificación y mitigación del tráfico de bots, ya que distinguen entre usuarios legítimos y bots maliciosos. Estas soluciones utilizan técnicas avanzadas como el análisis de comportamiento, la toma de huellas de dispositivos y los algoritmos de aprendizaje automático para detectar y responder con precisión a las actividades anómalas que indican la presencia de bots. Estas soluciones también pueden reconocer a los usuarios legítimos y optimizar la autenticación sin utilizar estrictos desafíos de seguridad, lo que facilita las transacciones de los clientes.

Al tener en cuenta las tecnologías de control de bots, es útil distinguir entre la gestión de bots y la mitigación de bots. La gestión de bots se refiere a las estrategias y prácticas que se usan para manejar los bots que interactúan con aplicaciones web. El objetivo de la gestión de bots no es solo bloquear o mitigar los bots, sino también diferenciar entre el tráfico de bots legítimos (por ejemplo, los rastreadores de los motores de búsqueda) y los bots maliciosos. La mitigación de bots se centra específicamente en el proceso de reducir o eliminar el impacto de los bots maliciosos en las aplicaciones web. Implica implementar medidas defensivas para impedir que los bots logren culminar acciones o ataques perjudiciales.

Las técnicas que los agentes maliciosos utilizan para cometer actos fraudulentos en línea están en constante evolución; los delincuentes reajustan continuamente los bots para eludir las defensas antiautomatización, o pasan de apuntar a las aplicaciones web de una organización a señalar a sus API, que pueden no tener los mismos estrictos controles de mitigación de bots. Los equipos de seguridad humanos no pueden vencer a las fuerzas de automatización de los bots por sí solos. Se necesitan tecnologías de defensa contra bots (Bot Defense) que analicen constantemente los dispositivos y las señales de comportamiento, y que usen herramientas como la inteligencia artificial y el aprendizaje automático para detectar y disuadir los ataques basados en bots. Con herramientas como estas, las organizaciones pueden construir un mundo digital mejor en el que todos puedan disfrutar de las ventajas de las experiencias digitales sin poner en peligro la seguridad ni la privacidad.

¿Cómo gestiona F5 los bots?

 F5 ofrece una amplia gama de productos y servicios para mitigar los riesgos relacionados con los bots e impedir el fraude y el abuso automatizados. Con estas soluciones, los profesionales de seguridad y los equipos contra el fraude pueden mejorar su posición de seguridad y proteger a sus organizaciones de los efectos perjudiciales de los bots y la automatización maliciosa.

La reciente proliferación de las arquitecturas, la nube, los entornos de borde y las complejas cadenas de suministro de software han ampliado la superficie de riesgo expuesta a los atacantes. No es de extrañar que aprovechen los bots y la automatización para buscar vulnerabilidades en aplicaciones complejas y explotarlas con resultados potencialmente desastrosos, incluida la infracción de datos, la apropiación de cuentas (ATO) y el fraude. Los atacantes motivados y sofisticados realizan reajustes cada vez que se les bloquea y pasan de las aplicaciones web a las móviles y a las API, o intensifican sus tácticas, técnicas y procedimientos; por ejemplo, usan tokens robados de la web oscura, emplean solucionadores de CAPTCHA humanos o usan técnicas de ingeniería social para engañar a los usuarios a fin de que envíen códigos MFA.

Las soluciones de F5 protegen todos los canales digitales para ofrecer experiencias seguras a los clientes dondequiera que interactúen al conectarse a cualquier arquitectura de aplicaciones y proteger toda la lógica de negocio esencial. Las soluciones de mitigación de bots de F5 mantienen una eficacia persistente y duradera, independientemente de cómo se reajusten los atacantes en sus esfuerzos por evadir la detección. Además, las soluciones de F5 también reducen o eliminan la necesidad de controles de seguridad de alta fricción, como los CAPTCHA y la MFA, lo que mejora la experiencia del cliente y la eficacia general de la solución.

F5 Distributed Cloud Bot Defense proporciona supervisión e inteligencia en tiempo real para proteger a las organizaciones frente a los ataques automatizados, incluida protección omnicanal para las aplicaciones web, las aplicaciones móviles y las interfaces API. Distributed Cloud Bot Defense utiliza la inteligencia de amenazas en tiempo real, el análisis retrospectivo impulsado por la IA y la supervisión continua del SOC para ofrecer una mitigación de bots resiliente que detenga a los ciberdelincuentes y actores internacionales más avanzados. Los expertos en F5 y los científicos de datos investigan continuamente las herramientas de los atacantes y los signos de comportamiento y del entorno, y utilizan ML avanzado para detectar rápidamente la reorganización de los atacantes e implementar modelos actualizados para mitigar los ataques en tiempo real.

Para obtener más información sobre el impacto empresarial que tiene el tráfico de bots en su organización, utilice la calculadora de impacto de los bots de F5 para averiguar cuánto le cuestan a su organización los bots maliciosos en términos de fraude, manipulación de inventario, gastos de infraestructura, desgaste de los empleados y pérdida de clientes.