Las aplicaciones financieras son el centro del comercio. Contienen los datos de los clientes y los procesos que impulsan el negocio a nivel mundial. Protegerlas del fraude es una misión crítica. Están en juego miles de millones de dólares en pérdidas por fraude, daños a la reputación e interrupciones de servicios críticos en línea. En lugar de confiar en funciones antirrobo que los usuarios malintencionados pueden rediseñar rápidamente, las instituciones de servicios financieros (FSI) deben hacer que sus socios comerciales y proveedores de tecnología sean responsables de los resultados de seguridad.
Cada vez que se realiza una solicitud a su sitio web o a una aplicación móvil, Shape determina si procede de un bot o de un humano. Si se trata de un bot no deseado, Shape lo bloqueará para que no acceda a su sitio.
La inteligencia artificial de Shape aprende continuamente de los nuevos ataques en todo Shape Network, garantizando que su sitio web y sus aplicaciones móviles estén continuamente protegidos contra los ataques más nuevos y sofisticados.